Gracias de corazón
Acaba el año 2019 y en Decordel toca girar el cuello hacia atrás mientras caminamos hacia delante. Prometemos no caernos. O levantarnos sonrientes.
A unas horas de estar brindando con la familia, el cuerpo nos pide dar las gracias a las personas que nos han rodeado este año en un proyecto que ya forma parte de nuestras vidas.
El primer agradecimiento va hacia los autores que nos han acompañado, Juan Ruiz y Francesc Tur Balaguer, y a la ilustradora Anna Sempere. Gracias familia.
Indispensables han sido los miembros de la Distribuidora Traficantes de Sueños, que son para nosotros mucho más que una distribuidora: consejeros, compañeros, apaga fuegos y hasta confidentes. Prometemos llevaros pronto novedades, amigos. También a los colegas de Mérida (¡Javi!) y de Cambalache, con quienes recientemente empezamos a ir de la mano.
No podemos olvidar a los libreros y libreras en general, que han adoptado nuestros libros en sus anaqueles, y muy en particular a aquellos lugares donde además hemos realizado presentaciones este año: Traficantes de Sueños, La Libre de Barrio, Muga, La Malatesta, La Forja de las Letras, Drac Magic o la Librería de la Fundación Anselmo Lorenzo.
Nos enorgullece y alegra haber llevado nuestros debates a espacios diversos: estuvimos en Danos Tiempo, La Piluka, El Sol de la Conce. Ateneu Llibertari de Gracia, Ateneu Lo Tort Manacor, La Biblioteca de Cort (Palma), La CABA, LiberArte…
…y también en el espacio hertziano de las radios libres: con los cómplices de Barrio Canino, Radio Almenara, de Radio Ruderal o de Valeria Surcis, que tan bien nos trató en sus podcasts sobre libros.
Plantamos puesto en otros espacios donde, además de vender algún libro, cosechamos los consejos de colegas más experimentados: La Feria del Libro Político, Efímera y hasta en la fiesta de décimo aniversario de Somos Malasaña.
Y a Soledad, que nos ayuda con las cuentas y a los magos artesanos de las imprentas y, sobre todo, a todas las personas importantes en nuestras vidas que saben que lo son. Y a todas las que –horror– hemos olvidado nombrar en estas líneas apresuradas y que seguro merecen estar en el primer renglón.
Gracias de corazón…nos vemos de nuevo en 2020.